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Otros 300.000 haitianos que ya se encuentran en Estados Unidos serán elegibles para un estatus legal temporal porque las condiciones en la nación caribeña devastada por los conflictos se consideran inseguras para su regreso, dijo el viernes el Departamento de Seguridad Nacional.
La importante expansión del Estatus de Protección Temporal se aplica a los haitianos que estaban en Estados Unidos el 3 de junio y durará hasta el 3 de febrero de 2026. También se está ofreciendo una extensión hasta el 3 de febrero de 2026 a unos 200.000 haitianos que ya tenían TPS, que fue creado por el Congreso en 1990 para evitar deportaciones a países que sufren desastres naturales o conflictos civiles.
La medida —una de las mayores ampliaciones del TPS— plantea otro marcado contraste en las políticas sobre inmigración entre el presidente Joe Biden y su predecesor, Donald Trump, quien intentó poner fin al estatus temporal para muchos países, incluido Haití, durante su mandato en la Casa Blanca.
Las pandillas han saqueado la capital haitiana, Puerto Príncipe, y sus alrededores, matando, violando y secuestrando a miles de personas en los últimos años y dejando a cientos de miles más sin hogar y desempleados, lo que a su vez ha profundizado la pobreza.
“Varias regiones de Haití continúan enfrentando violencia o inseguridad, y muchas tienen acceso limitado a seguridad, atención médica, alimentos y agua”, dijo Seguridad Nacional en un comunicado de prensa. “Haití es particularmente propenso a inundaciones y deslizamientos de tierra, y a menudo sufre daños importantes debido a tormentas, inundaciones y terremotos. Estos desafíos humanitarios superpuestos han resultado en necesidades humanitarias urgentes y constantes”.
Seguridad Nacional estimó que 309.000 haitianos adicionales serán elegibles para el TPS, la segunda expansión para los haitianos. Unos 200.000 haitianos ya tienen el TPS bajo ofertas anteriores, según el Servicio de Investigación del Congreso, la primera después de un devastador terremoto en 2010 y la segunda en medio de la agitación política en 2021.
Actualmente, casi 900.000 personas de 16 países están registradas para el TPS, y las nacionalidades más numerosas provienen de Haití, Venezuela, El Salvador, Honduras y Ucrania.
Haití ha sido un desafío espinoso para un gobierno que ha tratado de desalentar los cruces ilegales, más recientemente suspendiendo temporalmente el procesamiento de asilo para las personas que cruzan la frontera ilegalmente. El gobierno dijo esta semana que los arrestos por cruces ilegales han disminuido más del 40% desde que se suspendió el asilo.
En 2021, unos 16.000 migrantes, en su mayoría haitianos, se congregaron en las orillas del río Grande, en la pequeña ciudad texana de Del Río, lo que desencadenó deportaciones a gran escala. Luego, las detenciones de haitianos en la frontera disminuyeron drásticamente, incluso antes de enero de 2023, cuando el gobierno introdujo una aplicación en línea, llamada CBP One, necesaria para ingresar al país legalmente en los cruces terrestres con México, y comenzó a permitir que hasta 30.000 personas al mes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela volaran al país durante dos años si tenían patrocinadores financieros.
En mayo, los haitianos fueron arrestados solo 142 veces por cruzar la frontera ilegalmente desde México, una cifra menor al pico de casi 18.000 en septiembre de 2021, pero algunos toman la peligrosa ruta por mar. El miércoles, un grupo de más de 100 haitianos llegó en un velero a la zona baja de los Cayos de Florida.
La Alianza del Puente Haitiano, al igual que otros grupos de defensa, aplaudió a la administración por “una medida crucial”, al tiempo que instó a que se detuvieran las deportaciones a Haití. Pero el Departamento de Seguridad Nacional indicó que las deportaciones continuarían para quienes intenten ingresar ilegalmente, y dijo que “seguirá aplicando las leyes y políticas estadounidenses en todo el Estrecho de Florida y la región del Caribe, así como en la frontera suroeste”.
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