Un complicado año de pesca de camarón enfrentara la industria camaronera, pues el Programa de Trabajadores Extranjeros Voluntarios H-2B no fue renovado, dejando a los dueños de embarcaciones estancados para seguir con la captura del marisco.
“Un 20 por ciento de la flota de Brownsville y Port Isabel permanecerá atada en lugar de salir para la nueva temporada, que comienza el 15 de julio”, dijo Andrea Hance, directora ejecutiva de la Asociación de Camarones de Texas.
La escasez de camaroneros significa que los barcos no podrán capturar gran cantidad de camarones lo que disminuye su valor.
Dijo que la industria está luchando contra una percepción equivocada de que preferiría contratar trabajadores de visa H-2B y que son mexicanos pues son más baratos que los trabajadores estadounidenses.
Estadísticas demuestran que encontrar a los estadounidenses para tripular camarones es prácticamente imposible a pesar de los mejores esfuerzos de la industria por convencerlos ya que se trata de una labor muy dura y peligrosa.
“Cuando ponemos a una persona inexperta en este barco, probablemente haya un 95 por ciento de probabilidad de que la persona renuncie en la primera semana, por lo que le pides al dueño del barco que dé vuelta al barco, use el combustible para volver. Cuesta a el propietario del barco y la tripulación porque no son capaces de pescar”, añadió.
Se estima que los miembros de la tripulación inexpertos son también una gran responsabilidad para los propietarios de embarcaciones, que es otra razón por la que muchos están optando por dejar sus buques en el puerto, para evitar el riesgo.