Una delegación de funcionarios estadounidenses del gobierno de Joe Biden, liderada por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el de Seguridad, Alejandro Mayorkas, llegó este miércoles a México para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y abordar la crisis migratoria en la región.
La comitiva estadounidense arribó al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y fue recibida por la canciller Alicia Bárcena para iniciar su trayecto rumbo a Palacio Nacional, alrededor de las 11:00 de la mañana.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que un grupo de funcionarios estadounidenses prepararon el encuentro, en que el que también participará la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall.
“La visita de la delegación de alto nivel, por invitación del presidente López Obrador, representa una oportunidad para reafirmar la cooperación bilateral en materia de movilidad humana, particularmente para la gestión regular de flujos migratorios, así como para la expansión de vías legales para la migración”, apuntó ayer en la red social X (antes Twitter).
“La respuesta positiva del presidente Biden para que la delegación estadounidense acuda a la invitación de México es muestra del diálogo continuo y respetuoso que sostienen ambos países”, agregó la Cancillería.
El encuentro fue acordado por los dos mandatarios el jueves pasado cuando Biden llamó a López Obrador preocupado por la magnitud de la crisis migratoria, que ha llevado a Estados Unidos a cerrar varios puertos fronterizos durante algunos días.
López Obrador ratificó en su conferencia matutina la reunión con la comisión proveniente de Estados Unidos.
“Nosotros los invitamos para que se trate el tema migratorio. Será al mediodía”, indicó.
En la reunión se espera que Blinken insistirá en el cumplimiento de la Declaración de Los Ángeles, en la que una veintena de países latinoamericanos, incluido México, se comprometieron a dar vías legales de estancia a los migrantes para que no todos vayan a Estados Unidos.
Mientras que López Obrador recalcará la necesidad de atender las causas de raíz de la migración forzada, como la pobreza en Centroamérica.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) detuvo en noviembre a 242 mil migrantes en la frontera con México y detectó un repunte histórico de llegadas de indocumentados en los primeros días de diciembre.
La semana pasada, Estados Unidos cerró durante cinco días los cruces de ferrocarriles de Eagle Pass, en Texas, con Piedras Negras, Coahuila, y de El Paso con Ciudad Juárez.
Además, cerró en los últimos días los pasos de vehículos y personas en Lukesville, Arizona, y San Ysidro, en California.
En ese sentido, la Casa Blanca está evaluando la posibilidad de restaurar el polémico Título 42, una política aplicada durante la pandemia de la Covid-19 por el expresidente Donald Trump, que permitía deportar inmediatamente a indocumentados sin darles la oportunidad de pedir asilo.
La aplicación de esta medida afectaría directamente a México, dado que la mayoría de personas son devueltas a ese país.
En vísperas de la visita de la delegación estadounidense, una caravana de más de 10 mil migrantes partió en Nochebuena desde la frontera sur de México hacia Estados Unidos.
Con información de EFE
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