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El gobernador de Hawaii, Josh Green, afirmó el viernes que lo que se reconstruya de las cenizas de los devastadores incendios que arrasaron parte de la isla de Maui estará determinado por el pueblo.
“Lahaina se levantará de nuevo”, indicó Green durante un discurso emitido en vivo desde Honolulu. La localidad costera se reconstruirá como un monumento viviente a los muertos ―que el viernes ascendieron a 114― al tiempo que se preservará y protegerá y la cultura nativa hawaiana, añadió el mandatario.
Su esposa, Jaime Kanani Green, de pie junto a él, lloró al describir Lahaina como una vibrante comunidad y rica en historia y cultura.
“Trágicamente, hace falta menos de un día para perder Lahaina en el incendio más letal que ha sufrido nuestro país en más de un siglo”, manifestó.
Los nativos hawaianos y otros habitantes de Lahaina señalaron el viernes que les preocupa que el gobernador estuviese actuando muy rápido para reconstruir lo perdido mientras el dolor estaba aún vivo.
“El incendio ocurrió hace apenas 10 días y mucha gente sigue impactada y en duelo”, dijo Tiare Lawrence, que creció en Lahaina, en una emotiva conferencia de prensa organizada por activistas comunitarios.
Le pidieron a Green que dé tiempo a los residentes para llorar sus pérdidas, conceda a los líderes comunitarios poder en la toma de decisiones para la recuperación y cumpla las leyes de registros públicos ante la desconfianza en la respuesta del gobierno a la tragedia.
En su discurso, Green trató de disipar todas las preocupaciones e indicó que la reconstrucción tomará años y miles de millones de dólares.
“Permítanme ser claro: Lahaina pertenece a su gente y estamos comprometidos a reconstruirla y restaurarla de la forma que ellos quieran”, aseveró.
A principios de semana, Green dijo que anunciaría los detalles de una moratoria sobre las transacciones de terrenos en Lahaina para evitar que la población sea víctima de los acaparadores de tierras. Pero en su intervención del viernes no ofreció detalles aparte de decir que ordenó a la fiscal general estatal que “imponga sanciones penales reforzadas a quien intente aprovecharse de las víctimas comprando propiedades en las zonas afectadas”.
Desde que las llamas consumieron gran parte de Lahaina, la población local teme que la ciudad reconstruida pueda estar más orientada aún a los visitantes adinerados.
“El gobernador no debería apresurarse a reconstruir la comunidad sin dar a la gente en duelo tiempo para sanar, especialmente sin incluir a la propia comunidad en la planificación”, agregó Lawrence. “El desarrollo acelerado no puede producirse a costa del control comunitario”.
La coalición de activistas, que se agrupan bajo un grupo más amplio llamado “Na Ohana o Lele: Lahaina”, estaba especialmente preocupada por el impacto del desarrollo en el medio ambiente y destacó cómo la mala gestión de los recursos ―especialmente de la tierra y el agua— contribuyó a la rápida propagación del fuego.
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