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Un juez federal de Florida fijó para mayo próximo la fecha del juicio del expresidente Donald Trump en un caso que lo acusa de retener ilegalmente cientos de documentos clasificados.
La fecha del juicio del 20 de mayo de 2024, fijada el viernes por la jueza federal de distrito Aileen Cannon, es un compromiso entre una solicitud de los fiscales de fijar el juicio para este diciembre y un intento de los abogados defensores de posponerlo indefinidamente hasta algún momento después de las elecciones presidenciales de 2024.
Si la fecha se mantiene, seguiría de cerca a un juicio separado en Nueva York para Trump por docenas de cargos estatales de falsificación de registros comerciales en relación con un supuesto pago de dinero secreto a un actor porno. También significa que el juicio no comenzaría hasta bien avanzado el calendario de nominaciones presidenciales y probablemente mucho después de que el candidato republicano esté claro, aunque antes de que esa persona sea nominada oficialmente en la Convención Nacional Republicana.
Al retrasar el juicio desde la fecha de inicio del 11 de diciembre que había pedido el Departamento de Justicia, Cannon escribió que “el cronograma propuesto por el gobierno es atípicamente acelerado e inconsistente para garantizar un juicio justo”. Estuvo de acuerdo con los abogados defensores en que la cantidad de pruebas que habría que analizar antes del juicio, incluida la información clasificada, era “voluminosa y probablemente aumentaría en el curso normal a medida que se acerca el juicio”.
“El Tribunal determina que los intereses de la justicia atendidos por esta continuación superan el mejor interés del público y de los acusados en un juicio rápido”, escribió Cannon.
En un comunicado en referencia al Departamento de Justicia, la campaña de Trump calificó la orden de Cannon como “un gran revés para la cruzada del Departamento de Justicia de negarle al presidente Trump un proceso legal justo. El amplio cronograma permite que el presidente Trump y su equipo legal continúen luchando contra este engaño vacío”.
Trump aún podría enfrentar juicios adicionales en el próximo año. Reveló esta semana que había recibido una carta informándole que era objeto de una investigación separada del Departamento de Justicia sobre los esfuerzos para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, una indicación de que los cargos podrían presentarse pronto.
La carta de destino se refería a múltiples estatutos distintos de los que Trump podría ser acusado de violar, incluida la conspiración para defraudar al gobierno, según una persona familiarizada con el asunto que insistió en el anonimato para discutir la correspondencia privada.
El nuevo abogado de Trump en esa investigación, John Lauro, le dijo a Fox News el viernes que los fiscales parecían estar acusando a Trump de “algún tipo de esfuerzo para obstruir” el conteo de votos electorales estatales del 6 de enero de 2021 y “si el presidente Trump intimidó o no a alguien o llenó la boleta”. Dijo que Trump no comparecería ante un gran jurado porque “no hizo absolutamente nada malo”.
“No ha hecho nada criminal”, dijo Lauro. “Y ha argumentado que tenía derecho a asumir estos cargos como presidente de los Estados Unidos. Cuando vio todas estas discrepancias electorales e irregularidades, hizo lo que se le exige a cualquier presidente porque juró hacer exactamente eso”. Múltiples jueces designados por Trump y el propio fiscal general de Trump dijeron que no había evidencia de un fraude generalizado que pudiera haber afectado el resultado de las elecciones.
Mientras tanto, los fiscales en Georgia planean anunciar decisiones de acusación dentro de unas semanas en una investigación sobre los intentos de Trump y sus aliados de subvertir la votación en ese estado.
El juicio ante Cannon se llevaría a cabo en un tribunal federal en Fort Pierce.
Surge de una acusación de 38 cargos el mes pasado, presentada por el abogado especial del Departamento de Justicia Jack Smith, que acusó a Trump de acaparar deliberadamente documentos clasificados, incluidos registros de alto secreto, en su propiedad de Mar-a-Lago en Palm Beach y conspirar con su ayuda de cámara, Walt Nauta, para ocultarlos de los investigadores que exigieron que se los devolvieran.
Trump y Nauta se han declarado inocentes.
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Los periodistas de Associated Press Jill Colvin y Michael R. Sisak en Nueva York contribuyeron a este despacho.
