DR. REY GONZALEZ SE MANIFIESTA ANTE SUCESO DEL ESTADO DE VIRGINA



 

“He pensado sobre y orado por los afectados por la violencia sin sentido del hecho cometido el pasado 14 de junio, en el estado de Virginia, donde un hombre disparo su rifle hacia un grupo de personas que se encontraban jugando beisbol.  Este evento, sin duda, comenzara de nuevo una conversación que en este país nos ha causado fatiga.  Mas allá de argumentos inteligentes y conmovedores por ambos lados del debate sobre el control de armas de fuego, existe un asunto que se ignora y que, propongo, ruega la atención de la persona pensativa” declaro el Doctor Rey Gonzalez, en una carta al editor enviada a El Valle Noticias.
En dicha misiva continua diciendo:
Lo que he llamado la consideración “raíz,” se trata de los impulsos de la mente.  Una bala disparada hacia su marco en un momento se encontraba dentro de un arma, esa arma se encontraba en la mano de una persona que posee un espíritu, y que (a menos que esté perturbada por lesiones físicas o psicológicas o una dependencia química) es controlada por una mente, que es formada, a través del tiempo, por sus experiencias.  ¿Si las experiencias, entonces, forman la mente del que dispara, no se le hará importante a cualquier investigador serio ver con profundidad esas experiencias?  Propongo que el mejor laboratorio para formar una sociedad sana es la familia.  Experimentos sobre cómo resolver conflictos, recompensa y castigo, sobre el ahorrar para un tiempo de escasez, y la caridad hacia el prójimo son aprendidas mejor en un hogar estable.  Sin ese laboratorio, no hay experimentos.  Sin experimentos, no hay dirección sabia para una mente.  Y a partir de allí, regresamos a donde comenzamos:  el punto en donde una persona se decide disparar su arma o no.
Personas en busca de una solución en la sociedad primero deber ver a la sociedad y emprender reformar esos aspectos que promueven su decadencia.  Propongo que hay características de nuestra sociedad que, aunque no serán asociadas directamente con la violencia, tienden a romper a la familia – la estructura en donde se forman mentes saludables.  Hay que oponernos a toda idea que, por más ingeniosamente disfrazada como promoviendo progreso social o libertades individuales, en verdad causan roturas en la tela de la familia.  Resistamos adoptar el matrimonio gay como parte de nuestra norma americana, a pesar de la decisión errónea de la corte suprema.  Opongámonos al dar permiso a los hombres que entren en los baños de las niñas.  Luchemos por la vida en cada etapa, desde concepción hasta muerte natural.  Promovamos la consejería prematrimonial para las parejas comprometidas para que descubran si, en verdad, son compatibles el uno con el otro, así evitando entrar en un matrimonio destinado a fracasar, muchas veces con los hijos llevando las cicatrices del divorcio.  Enseñemos a nuestros niños a respetar y honrar a los veteranos y a la policía por su llamado a protegernos desinteresadamente.  Reforcemos nuestras leyes penales para dar juicio a los que nos hicieran mal.  No temamos señalar la injusticia.  Finalmente, modelemos como oponernos a los que piensan diferente a nosotros, con respeto.  Enfocándonos en tales valores en todo tiempo, no solo en tiempos de crisis, es como son reforzadas las familias.  Y una familia tradicional saludable promueve experiencias saludables que, en torno, forman mentes sanas.
Cualquier debate sobre el control de armas que no primero considera estas raíces pronto se desliza por falta de distinguir el efecto de la causa.  No escapa mi vista que muchos males sociales existirían en la sociedad aun en sociedades con familias intactas como las descritas anteriormente.  Eso es por la innegable existencia del mal, cuyo propósito es matar, hurtar, y destruir.  No obstante, no podemos retroceder de la lucha en pro de lo decente, lo bueno, y el honor que se encuentran en la estructura que es la familia tradicional.  No podemos rendir nuestros valores con solo ver lo vil.
Dr. Rey Gonzalez.

.