Los arqueólogos revelaron un grupo de estructuras descubiertas en el famoso sitio arqueológico maya de Chichén Itzá, en Yucatán, al sureste de México, que se cree formaron parte en su momento de un complejo habitacional ocupado por la élite.
Los trabajos de excavación que se realizan en la zona arqueológica de Chichén Viejo han dejado al descubierto un importante hallazgo: la tumba de un personaje de élite de la dinastía maya de los Canules y el desciframiento de simbología en edificios que asemejan códices de piedra.
“En una de las 25 estructuras que hay en la Serie Inicial o Chichén Viejo encontramos restos humanos calcinados que probablemente corresponden al personaje importante que residía en ese lugar”, dijo este viernes a EFE el arqueólogo José Osorio León, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La tumba maya fue encontrada dentro de la estructura que “tenía capas de piedra, que al levantarlas se definió el espacio que cubría una gran cista cuadrada en cuyo interior había un contexto quemado y una gran cantidad de restos”.
Al hacer el registro y análisis se descubrieron cinco mandíbulas conservadas, “pero no había huesos largos, todo estaba quemado, es la única evidencia de tumba que tenemos en la Serie Inicial”, uno de los 13 complejos que se encuentran alrededor de centro ceremonial de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Los restos recuperados, así como collares de jade, puntas de lanza, vasijas y otros objetos hallados en diversas estructuras de Chichén Viejo “están en resguardo en un área de conservación, donde se investigará más”, gracias al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas.
Sobre el conjunto de edificios, el arqueólogo Francisco Pérez Ruiz dijo que no se conocían grupos residenciales en Chichén Itzá, por lo que el complejo de viviendas representaría “el primer grupo residencial en el que un gobernante vivía con toda su familia”.
Se espera que Chichén Viejo se integre en la zona de visitantes del yacimiento arqueológico de Chichén Itzá en un futuro próximo.
El complejo incluye el arco de entrada, la Casa de los Caracoles, la Casa de la Luna y el llamado Palacio de los Falos.
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) esperan que esta zona y las que faltan por descubrir puedan aportar información sobre cómo era la vida de las personas que habitaron la ciudad.
“Debe haber más grupos habitacionales que aún no han sido explorados. El estudio de estos grupos periféricos, alrededor de la parte central, podría hablarnos de otras familias, de otros grupos que conformaron esta gran ciudad”, dijo el arqueólogo José Osorio León.
La zona, uno de los principales sitios arqueológicos mayas de la península de Yucatán, está siendo explorada desde 1998.
De acuerdo con datos oficiales, alrededor de dos millones de personas visitan cada año este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con información de EFE y Reuters
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