Polarización tras las elecciones intermedias en EU anticipan un 2023 complejo para Biden.



EFE.

Las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre en Estados Unidos reflejaron en el mapa político la división del país y anticiparon un año complicado para el presidente, Joe Biden, cuyo margen de actuación se verá reducido al perder el control de la Cámara Baja.

La mayoría demócrata en el Senado y la republicana en la Cámara de Representantes, que estarán operativas cuando el 3 de enero se instale el Congreso surgido de esos comicios, establecerán un juego de fuerzas que corre el riesgo de paralizar toda nueva iniciativa legislativa de aquí al final del mandato presidencial, en 2024.

No hubo una “ola roja” republicana en las elecciones, pese a lo pronosticado por las encuestas y los analistas, pero los 220 de los 435 escaños que los diputados conservadores ya tienen asegurados les devuelven el poder de decidir qué proyectos de ley van a debatirse y cuándo en esa cámara.

La polarización actual complica cualquier intento de cooperación bipartidista, lo que puede obligar a Biden a recurrir a decretos ejecutivos para cumplir su agenda, como la prohibición de las armas de asalto en las calles.

Con el cambio de papeles llegará también un encadenamiento de investigaciones parlamentarias sobre el bando demócrata.

El registro que el FBI efectuó en agosto a la mansión del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, los supuestos negocios de la familia Biden con adversarios del país aprovechando sus lazos políticos o la gestión de la pandemia y de la frontera con México están en el punto de mira.

El líder republicano en la Cámara Baja y principal candidato para asumir su presidencia en enero, Kevin McCarthy, ha amenazado incluso con someter a un juicio político (“impeachment”) al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, si no dimite por el “colapso” de esa frontera.

El nuevo ciclo comenzará además con una renovación del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes. Su actual presidenta, Nancy Pelosi, de 82 años, y el líder de su mayoría, Steny Hoyer, de 83, han anunciado ya que darán un paso atrás tras considerar que ha llegado el momento de que la representación progresista esté entonces en manos de nuevas generaciones.

Trump, de 76 años, se ha postulado ya para un segundo mandato. Hacía meses que insinuaba sus intenciones y finalmente, el 15 de noviembre desde Mar-a-Lago, confirmó lo que ya no era una sorpresa para nadie: “Me postulo porque creo que el mundo no ha visto todavía la verdadera gloria de lo que esta nación puede ser”, dijo.

Biden, de 80 años, ha reiterado hasta ahora únicamente su intención de presentarse a la reelección, pero no prevé hacer ningún comunicado oficial hasta principios de 2023. La decisión, según afirmó el pasado 9 de noviembre, se tomará “en familia”, y dice no tener prisa por anunciarla.

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