Estados Unidos libra, por ahora, los signos de una recesión económica.

La fuerza del mercado laboral y los posibles aumentos de menor intensidad en las tasas de la Fed dan margen a las autoridades para intentar evitar la contracción del PIB en los siguientes meses.



El anuncio de una posible moderación en el alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) y un mercado laboral fuerte son factores que pueden poner en duda la expectativa de que la economía más grande del mundo en encamine hacia una recesión en los siguientes meses.

Estados Unidos no está en recesión, dijo el jueves el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, quien añadió que los datos económicos muestran que la economía del país es sólida.

“Las solicitudes de desempleo se mantienen en un mínimo histórico (…) La economía está creciendo. Es fuerte. Está creando puestos de trabajo”, destacó.

El número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidio de desempleo bajó la semana pasada, lo que sugiere que el mercado laboral sigue fuerte a pesar de la ralentización de la demanda interna, en un contexto de fuertes alzas de las tasas de interés de la Reserva Federal para frenar la inflación.

El informe semanal de solicitudes de subsidio de desempleo del Departamento de Trabajo, que es el dato más temprano sobre la salud de la economía, se conoce después de que esta semana se informó de un inesperado aumento de las ofertas de empleo en septiembre.

La resistencia del mercado laboral da a la Reserva Federal cobertura para seguir endureciendo su política monetaria y también mantiene el crecimiento de la economía por ahora.

“Todavía no hay indicios de que los despidos estén repuntando de forma significativa”, dijo Dante DeAntonio, economista senior de Moody’s Analytics.

“La actual ausencia de despidos ayudará a impulsar el gasto de los consumidores en el futuro, incluso cuando los balances de los hogares se vean presionados por la elevada inflación”.

Hubo 1,000 solicitudes iniciales de subsidios de desempleo estatales menos, para una cifra desestacionalizada de 217,000, en la semana terminada el 29 de octubre.

Aunque se ha producido un aumento de los despidos en sectores de la economía sensibles a las tasas de interés, como las finanzas, la tecnología y la vivienda, los empresarios han estado en general manteniendo trabajadores, ya que la mano de obra sigue siendo escasa en algunas industrias de servicios.

El banco central de Estados Unidos subió el miércoles las tasas de interés otros 75 puntos base y dijo que su lucha contra la inflación requerirá que los costos de los préstamos sigan subiendo, pero señaló que podría estar acercándose a un punto de inflexión tras el endurecimiento más rápido de la política monetaria de Estados Unidos en 40 años.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a periodistas que el mercado laboral “sigue estando extremadamente ajustado” y “sigue estando desequilibrado”.

A finales de septiembre había 1,9 puestos de trabajo por cada desempleado, lo que está impulsando el crecimiento de los salarios.

Las acciones estadounidenses abrieron a la baja, el dólar subía frente a una cesta de divisas y los precios de los bonos del Tesoro estadounidense caían.

Alza en costos laborales

El informe también mostró que el número de personas que reciben beneficios después de una semana inicial de ayuda, un indicador de la contratación, subió 47,000 a 1.485 millones en la semana que terminó el 22 de octubre.

Los datos no tienen relación con el informe sobre el empleo de octubre, cuya publicación está prevista para el viernes, ya que cae fuera del período de la encuesta.

Según una encuesta de Reuters entre economistas, las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 200,000 puestos de trabajo en octubre. La economía había creado 263,000 en septiembre.

La demanda interna apenas creció en el tercer trimestre, a pesar de que el producto interior bruto repuntó tras contraerse en la primer semestre del año, impulsado en gran medida por la reducción del déficit comercial.

Un tercer informe del Departamento de Trabajo mostró que la productividad no agrícola, que mide la producción por hora por trabajador, aumentó a una tasa anualizada del 0.3% en el tercer trimestre, tras caer a un 4.1% en el segundo trimestre. La caída fue de un 1.4% con respecto al año anterior.

En consecuencia, los costos laborales unitarios -el precio de la mano de obra por unidad de producción- aumentaron un 3.5%, tras haberse acelerado un 8.9% en el trimestre abril-junio.

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