Las finanzas públicas de México no están listas para enfrentar una nueva pandemia, determinó un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Decimos que México no está preparado para estas nuevas pandemias en términos de los recursos que tiene disponibles para poder atenderlas, ya tuvimos una experiencia con covid-19 más todas las carencias que ya se tenían, más la transición del Insabi, ahora una nueva transición a IMSS bienestar que no es el mismo piso que se estaba marcando con Insabi, con Insabi hablabas de un paquete de servicios mucho más amplío, del de IMSS bienestar”, comentó este martes Judith Senyacen Méndez, coordinadora de salud y finanzas públicas del CIEP.
La brecha de recursos se mantiene. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido que cada país debería destinar 6 % de su Producto Interno Bruto (PIB) a su sistema público de salud (OMS; OPS, 2018). Sin embargo, entre 2010 y 2022, México solo ha destinado entre 2.5% y 2.9 %, esto es menos de la mitad de la sugerencia internacional, refiere el análisis Gasto en Salud y Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“El gasto por persona en salud está cayendo, hay una situación complicada en términos macroeconómicos, el tema de inflación está afectando a los hogares, por eso es que creemos que no está México preparado en términos de recursos, es más, existía el Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI) para atender eventualmente algunas pandemias, se utilizó con el tema de influenza; del covid-19, aunque no sabemos en qué, y se va hacer uso del remanente, entonces tampoco tendremos este Fondo si necesitamos tener alguna respuesta”, dijo la especialista del CIEP.
De acuerdo con el CIEP la población que presenta carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 % en 2018 a 28.2 % en 2020. Además, 15.1 % de la población con afiliación debe pagar por los servicios de salud y 7.2 % de la población tarda más de dos horas en llegar a un hospital.
Alejandra Macías, directora ejecutiva del CIEP destacó que la política en gasto en salud pública debe considerar la transición demográfica del país.
“Esta situación nos pone en riesgo porque finalmente más adultos mayores van a requerir más servicios de salud, pero no está previsto en los presupuestos; tampoco los cambios epidemiológicos, antes nos enfermábamos más de cuestiones infecciosas, ahora tenemos enfermedades más largas, tratamientos más caros, debemos financiar mejor el gasto en salud para estar preparados para una pandemia, porque llegan las pandemias y desplazamos la atención a estas enfermedades, y esto es riesgoso para todos”, comentó Macías.
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