AP.
El jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés) informó el martes que está elaborando una nueva política para las persecuciones de vehículos con el fin de aumentar la seguridad tras una serie de muertes en estos incidentes.
El comisionado Chris Magnus, quien asumió el mando de la agencia en diciembre, dijo a The Associated Press que se prevé que la política se finalice “pronto” y que se hará pública.
Se elaborará con base en discusiones con personas pertenecientes a la Patrulla Fronteriza y ajenas a ella, en el análisis de datos y en la revisión de las prácticas de otros organismos policiales.
Magnus, quien fue jefe de la policía de Tucson, Arizona, informó a los agentes de la Patrulla Fronteriza sobre sus planes durante una visita a Rio Grande Valley, en Texas, el corredor más usado para los cruces ilegales de la frontera, y dijo que es “un tema que quiero revisar”.
“Reconozco que muchos agentes se ponen muy nerviosos cuando oyen eso”, dijo Magnus durante una entrevista en un centro de detención de migrantes en Donna. “Eso no es ajeno a los agentes de policía de todos los departamentos en los que he trabajado, pero aun así hay que volver a la realidad de que una agencia policial profesional evalúa continuamente sus tácticas con algo clave en mente, y eso es la seguridad del público. Y entre el público se encuentran los propios agentes, que a menudo resultan heridos o muertos en estas persecuciones”.
Brandon Judd, presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el sindicato que representa a los agentes, dijo que no podía comentar sin conocer detalles más específicos.
Aunque la CBP no revela el número de persecuciones de la Patrulla Fronteriza, las delegaciones de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) en Texas y Nuevo México dijeron que 22 personas murieron en este tipo de persecuciones el año pasado, 14 en 2020 y dos en 2019.
Las cifras de la propia agencia muestran 537 incidentes de uso de la fuerza clasificados como “vehículo/embarcación” que involucran a empleados de la CBP en el periodo de 12 meses que concluyó en septiembre.
Desde enero de 2010 han muerto 75 personas en persecuciones de la Patrulla Fronteriza, según la ACLU, que basó sus cifras en declaraciones de la CBP y en noticias.
La actual política, de 19 páginas, probablemente es difícil de interpretar para muchos agentes y carece de detalles sobre cómo sopesar los beneficios de la aplicación de la ley frente a los riesgos a la hora de decidir si se persigue a alguien, dijo Drake.
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