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La Corte Suprema dio señales este martes de que podría dar la razón al Gobierno de Joe Biden y permitirle acabar con el programa migratorio conocido como Quédate en México, puesto en marcha por la Administración de Donald Trump para obligar a los solicitantes de asilo a esperar en ese país la resolución de sus casos.
Tras una audiencia de más de dos horas en las ambas partes expusieron sus argumentos, no quedó claro cuál sería el voto final de la Corte, pero los magistrados conservadores (la mayoría, con seis de nueve) parecían inclinarse a considerar el fin de la política.
Varios jueces se mostraron escépticos ante los argumentos de los estados republicanos que recurrieron la decisión de Biden alegando que actuó de manera inapropiada al acabar con el programa (cuyo nombre oficial es Protocolos de Protección de Migrantes).
Un juez federal dio inicialmente la razón a Texas y Missouri y ordenó reactivar el programa migratorio, pero el Gobierno de Biden recurrió a la Corte Suprema, que ahora tendrá la última palabra.
Judd Stone, procurador general de Texas, dijo en sus argumentos ante la corte que la ley federal de inmigración establece que el Gobierno debe detener a las personas que ingresan ilegalmente al país o retornarlas a México. Solo un número limitado de personas, algo que debe evaluarse caso por caso, puede permanecer aquí.
Stone aseguró que el Gobierno no evaluó con suficiente cuidado a los miles de inmigrantes a los que se les permitió esperar en EE.UU.
En representación del Gobierno federal habló la procuradora general, Elizabeth Prelogar, quien defendió que sí se revisaron los casos de los migrantes de modo individual como dicta la ley.
El magistrado conservador Samuel Alito se mostró escéptico ante esa afirmación, y sugirió que el proceso en la frontera se parece al control de seguridad limitado a fanáticos en un campo de béisbol.
“Tienes una pequeña lista de cosas que revisar, y vas diciendo, pase, pase, pase”, opinó: “¿”Eso es lo que cree que el Congreso quiso decir al sancionar que debe determinarse caso por caso?”, agregó.
Debido a que el Congreso nunca ha proporcionado suficiente dinero para detener a todos los que cruzan la frontera, dijo el procurador texano, el Gobierno federal no tiene otra opción que enviar a los inmigrantes a México a esperar.
Defendió así que la Administración de Biden estaba violando una disposición de la ley de inmigración que exige que sean detenidos.
Pero varios jueces dijeron que el Congreso nunca ha proporcionado recursos suficientes para que se pueda hacer una gran cantidad de detenciones. “¿Se podría haber presentado la misma demanda contra la Administración anterior?” preguntó el magistrado conservador Clarence Thomas.
“El Congreso puede querer la detención, pero no ha dado el dinero para más camas [en centros de detención para inmigrantes]”, dijo el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.
La procuradora federal dijo que Quédate en México requiere de acuerdos continuos con el país vecino, lo que supone un costo extra. El representante texano arguyó sin embargo que no hay nada en la orden del juez para que no se elimine el programa migratorio que requiera “una negociación con un poder extranjero”.
La jueza progresista Elena Kagan lo interrumpió entonces. “¿Qué quiere decir con que no requiere negociar con un poder extranjero?”, preguntó, “¿qué se supone que debemos hacer, simplemente llevar camiones llenos de personas a México y dejarlos allí sin negociar con México?”.
El juez conservador Brett Kavanaugh señaló que el tema clave en este caso es una disposición que permite a las autoridades federales dejan en libertad a los solicitantes de asilo en territorio estadounidense mientras se evalúa su caso si eso supone un beneficio público significativo. “¿Por qué eso está mal?”, preguntó.
Desde finales de enero de 2019 hasta que Biden suspendió el programa, casi 70,000 personas fueron trasladadas de vuelta a México. Surgieron campamentos de tiendas de campaña cerca de los puertos de entrada en el lado mexicano de la frontera, y grupos de derechos denunciaron dijeron que cientos de solicitantes de asilo fueron secuestrados, violados, torturados y asaltados mientras esperaban para entrar en Estados Unidos.
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