Un juez federal bloqueó este miércoles la ley contra el aborto en Texas que prohíbe el procedimiento a partir de la sexta semana de embarazo, luego de que el Gobierno de Joe Biden presentara una demanda en contra de la norma.
La decisión del juez de distrito Robert Pitman, en Austin, no anula la ley, conocida como Proyecto de Ley 8 del Senado, sino que impide que el estado la aplique hasta que se resuelva el litigio en tribunales, según el documento judicial.
La policía del Capitolio de Estados Unidos se interpone entre activistas por los derechos de las mujeres y activistas antiaborto, frente a la Corte Suprema el 2 de octubre de 2021 en Washington D.C. Tasos Katopodis / Getty Images
El estado de Texas apeló esta orden tan sólo horas después de que fuera emitida ante el Tribunal de Apelación del 5º Circuito, uno de los más conservadores del país, dio a conocer The Texas Tribune.
La decisión del juez Pitman, que se mantiene en pie hasta que se resuelva esa apelación, es el primer golpe legal a la ley de Texas desde que la Corte Suprema permitió que la ley entre en vigor en septiembre.
La ley, firmada por el gobernador republicano Greg Abbott en mayo, prohíbe los abortos una vez que se detecta actividad cardíaca, lo que suele ocurrir alrededor de las seis semanas, antes de que muchas personas sepan siquiera que están embarazadas.
De este modo, prohíbe la mayoría de los abortos, incluso en casos de violación, abuso sexual o incesto. Desde que entró en vigor, ha tenido un impacto desproporcionado en las minorías, personas latinas y negros, y comunidades de bajos recursos.
El Departamento de Justicia había pedido al juez Pitman a principios de mes que bloquee la restrictiva ley de aborto del estado, argumentando que “desafía abiertamente la Constitución”.
El fiscal general, Merrick Garland, este miércoles por la noche calificó la orden del juez como “una victoria para las mujeres y el estado de derecho en Texas”.
Planned Parenthood afirma que el número de pacientes en sus clínicas del estado se redujo en casi un 80% en las dos semanas después de que entrara en vigor la ley.
Incluso con la norma en suspenso, es posible que los servicios de aborto en Texas no se reanuden de inmediato porque los médicos siguen temiendo que puedan ser demandados sin una decisión legal más permanente, indicó la agencia The Associated Press.
Ocurre que la ley permite a personas particulares que denuncien cualquier procedimiento, con un derecho a recibir 10,000 dólares por daños y perjuicios si tienen éxito en la demanda.
Manifestantes se reúnen para exigir el acceso continuo al aborto durante la Marcha por la Justicia Reproductiva, el sábado 2 de octubre de 2021, en el centro de Los Ángeles. Damian Dovarganes / AP
Mientras que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki advirtió que la batalla política y legal por el derecho al aborto apenas comenzaba.
“Tanto en Texas como en muchos estados alrededor del país los derechos de las mujeres están bajo ataque. Por eso el presidente apoya la codificación de Roe v. Wade, ha ordenado una respuesta gubernamental contra la ley S.B. 8 y continuará apoyando a las mujeres alrededor del país para proteger sus derechos constitucionales”, indicó la secretaria de Prensa en un comunicado.
Algunos proveedores han dicho que las clínicas de Texas corren ahora el riesgo de cerrar. Muchas mujeres han tenido que acudir a estados vecinos, cuyos centros de salud se ven sobrepasados en su capacidad para atenderlas. Otras, deben terminar sus embarazos por sí mismas, poniendo en riesgo sus vidas.
“En todo Texas, la gente se ha visto forzada a una posición imposible: encontrar los recursos para viajar a cientos de kilómetros de su casa durante la pandemia de COVID-19 para un aborto, o que se les niegue la atención médica que necesitan”, resaltaron directores de agencias de Planned Parenthood de Texas en un comunicado conjunto.
La ley de Texas es sólo una de tantas que han intentado limitar el derecho al aborto en Estados Unidos en las últimas décadas y ha reavivado el debate sobre el tema a nivel nacional. Forma parte además de un impulso más amplio por parte de republicanos y conservadores para imponer nuevas restricciones al procedimiento en todo el país.
A raíz de la normativa, miles de personas se convocaron el fin de semana desde Austin, hasta Washington D.C. y Los Ángeles, pasando por ciudades en los 50 estados, abogando por proteger el derecho al aborto.
“Hoy respiramos con alivio”, dijo Whole Womans Health, una compañía privada que ofrece servicios de aborto y tiene nueve clínicas, cuatro de ellas en Texas. “Estamos haciendo planes para reanudar la atención del aborto hasta las 18 semanas tan pronto como sea posible”, señaló
.