Juan Carlos Cué Vega.
Cónsul de México en Brownsville, Texas.
15 de septiembre de 2021
Estimados compatriotas:
Les saludo en este día en que conmemoramos el día de la independencia de México, fecha que significa mucho en la historia y vida de nuestro país. Llegamos así al aniversario 211 del inicio del movimiento que daría la vida independiente de México.
Al igual que el año pasado, las circunstancias no nos permiten tener un evento presencial como nos hubiera gustado, pero no olvidamos y por ello hacemos uso de los medios modernos para conmemorar a la patria.
Recordamos con respeto a todos los que han perdido la vida dejando huella de dolor en tantas familias. Agradecemos a quienes, con sus conocimientos y dedicación, se enfocan a salvar vidas y celebramos, asimismo, que los científicos del mundo hayan podido ser capaces de crear vacunas que nos dan respiro y la enorme posibilidad de evitar muertes.
Los mexicanos de hoy, estamos llamados a inspirarnos en nuestra historia para seguir forjando una nación en la que haya más libertades, más respeto a los derechos, más justicia, más democracia, mejores leyes y mejores gobernantes que guíen los destinos de nuestra nación.
Los mexicanos expatriados, por su parte, exigen, con justa razón, mejores condiciones para los que se quedan en México. Para ellos, también piden una atención esforzada por parte de quienes nos desempeñamos como cónsules principalmente en los Estados Unidos.
Su esfuerzo en el exterior, que produce grandes remesas y medios de subsistencia a sus familias, lo merece.
Como lo hicieron nuestros fundadores, todos los mexicanos tenemos que participar en la construcción de ese México que todos deseamos.
Apoyados en la grandeza de nuestros héroes, los ciudadanos patriotas debemos cumplir cabal y responsablemente nuestro papel en la actividad que desempeñamos.
Tenemos la ineludible obligación de afrontar con actitud emprendedora el progreso mexicano hacia el estado social al que aspiramos.
El aniversario 200 de la conclusión del movimiento independentista mexicano, nos brinda la oportunidad de vislumbrar un México diferente, un país en el que el migrante mexicano o de cualquier otra región del mundo o nacionalidad, lo haga por deseo y convicción propia y no por necesidad.
Les invito a que busquemos imitar la visión e iniciativa que tuvieron los líderes del gran movimiento: trabajemos por una nueva patria, fuerte, justa, igualitaria, con solidez de principios, respetuoso del derecho humano, con congruencia entre lo nacional y lo internacional, una nación que nos haga sentir aún más orgullosos y más dignos de la mexicanidad que portamos como armadura.
En este 15 de septiembre, refrendemos nuestro inconfundible grito. ¡VIVA MEXICO!
