(CNN) — La reina Isabel II describió que se quedó con un «gran vacío en su vida» tras la muerte de su esposo, el príncipe Felipe, según comentó este domingo su hijo, el príncipe Andrés.
En declaraciones a los medios de comunicación después de asistir a un servicio en la capilla del Royal Lodge Windsor, el duque de York dijo: «Me siento muy acongojado y apoyo a mi madre, que probablemente lo está sintiendo más que cualquier otra persona».
Felipe, el compañero de toda la vida de la reina y el consorte con más años de servicio en la historia británica, murió a la edad de 99 años el viernes. Su cuerpo estará en el castillo de Windsor hasta su funeral el sábado.
«Era un hombre extraordinario, lo amaba como padre. Era tan tranquilo. Si tenías un problema, él pensaría sobre ello», dijo Andrés. «Siempre fue alguien a quien podías acudir».
La noticia de la muerte de Felipe fue recibida con una gran cantidad de tributos en todo el mundo, incluidos mensajes de expresidentes de Estados Unidos y otros líderes mundiales.
La propia familia real «siente una gran sensación de pérdida», aseguró Andrés. «Hemos perdido casi que al abuelo de la nación».
Cuando se le preguntó cómo se siente su madre, el duque respondió: «La reina, como era de esperar, es una persona increíblemente estoica. Y describió su muerte como un milagro. Y está contemplando.
«Ella lo describió como que hay un gran vacío en su vida», dijo, y agregó que la familia está «reuniéndose para asegurarse de que estamos allí para apoyarla».
Andrés, a menudo distinguido como el hijo favorito de la reina, se alejó de sus deberes públicos después de una desastrosa entrevista en 2019 con la BBC sobre su asociación con el delincuente sexual y financiero caído en desgracia Jeffrey Epstein.
El príncipe Eduardo, el hijo menor de la reina y el príncipe Felipe, describió la sensación de conmoción por la muerte de su padre.
«Por mucho que uno intente prepararse para algo como esto, sigue siendo un impacto terrible y todavía tratamos de aceptar eso y es muy, muy triste», afirmó Eduardo, conde de Wessex, a los medios de comunicación después del misma ceremonia.
Agregó que la familia real está agradecida por los «extraordinarios tributos y los recuerdos que todos han tenido».
La esposa de Eduardo, Sophie, condesa de Wessex, señaló cómo Felipe «siempre intercambiaba palabras con todo el mundo» dentro y alrededor de las propiedades reales. «Todos significaron mucho para él, y él siempre tuvo un interés muy personal en todo lo que hacían. Así que todos tenían historias que contarle. La mayoría de ellas también son bastante divertidas», agregó.
La princesa Ana, la única hija de la reina y Felipe, dijo que el duque era su «maestro», su «soporte» y su «crítico».
«Su capacidad para tratar a cada persona como un individuo por derecho propio con sus propias habilidades proviene de todas las organizaciones con las que estuvo involucrado», afirmó en un comunicado el domingo. «Lo extrañaremos, pero deja un legado que puede inspirarnos a todos».
«Sabes que va a suceder, pero nunca estás realmente lista», agregó la princesa
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