Huixquilucan
A ritmo de La Chona y desde una azotea en San Fernando, el alcalde Enrique Vargas del Villarmezcló y activó un sonido con música de banda, mariachi, cumbias y rock para que los vecinos de esta zona de barrancas bailaran en los patios y en los techos de sus casas, sin correr riesgo de contagios por la pandemia de Covid-19.
Tras cinco meses de confinamiento, y debido a que las fiestas y reuniones masivas están prohibidas y la gente ha vivido la mayor parte del tiempo dentro de sus casas, con el objetivo de levantar el ánimo de todas las familias que habitan en las calles a desnivel en esta zona de las barrancas en San Fernando y El Olivo, el alcalde panista activó la fiesta musical y colectiva desde las azoteas de la zona.
En el techo de un edificio de cuatro pisos, ubicado en la calle Diagonal, uno de los más altos de esta colonia popular, ubicada junto a la vialidad Barranca de Hueyetlaco y frente a El Olivo, el fin de semana y con las bocinas y bafles del sonidero Roberto García El Conquistador Latino, el presidente municipal Vargas del Villar mezcló música para animar a todos los huixquiluquenses.
La música se extendió en varios kilómetros a la redonda por cuatro horas. Cada familia bailó desde su azotea o en sus patios al ritmo de La Chona, Payaso del rodeo, además de algunas cumbias, cantaron canciones con mariachi y siempre se guardó la sana distancia.
La música de los sonideros y las luces se extendieron por las barrancas donde cerca de 25 mil personas viven en casas asimétricas diseñadas y hechas por familias de escasos recursos, las cuales por unas horas olvidaron la pandemia y en muchos casos haber perdido el empleo y la salud.
San Fernando y El Olivo se ubican en la zona limítrofe con la Ciudad de México, donde autoridades de Huixquilucan mantienen un cerco sanitario y operativos en comercios para garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y la sana distancia debido a la cercanía con comunidades de Cuajimalpa, donde se reactivaron los casos de Covid-19.
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