JERUSALÉN.
Insurgentes palestinos dispararon 12 proyectiles desde la Franja de Gaza a suelo israelí durante la noche, de los cuales nueve fueron interceptados, e Israel respondió con tres ataques aéreos contra objetivos ligados al grupo insurgente Hamas, que dirige el territorio, informó el viernes el ejército israelí.
Este fue el intercambio de fuego más grave en la frontera gazatí en meses, pero no se reportaron víctimas. Según la policía, los proyectiles causaron daños en inmuebles y vehículos del lado israelí, donde se movilizaron equipos antibombas para recuperar metralla y partes de los cohetes.
En las últimas semanas, grupos afiliados a Hamas han lanzado globos incendiaros hacia Israel, desatando incendios en campos de cultivo en un intento por presionar a Israel para que alivie el bloqueo que impuso a la Franja de Gaza cuando los insurgentes tomaron el poder en 2007. El lanzamiento de proyectiles marca una escalada significativa.
Israel y Hamas se han enfrentado en tres guerras y han librado varias batallas más pequeñas en los últimos 13 años. Ninguno de los dos bandos estaría buscando un conflicto a mayor escala, que podría desencadenarse si se registran víctimas.
“No nos quedaremos cruzados de brazos cuando Hamas está fuera de control”, dijo el presidente israelí Reuven Rivlin en un comunicado. Las fuerzas armadas “responderán con fuerza y determinación, salida tras salida y continuarán, aunque se requiera paciencia y tiempo”.
Israel ha cerrado el único cruce comercial de Gaza, lo que ha forzado el cierre de la única usina eléctrica del territorio por falta de combustible, limitando el suministro de electricidad a los 2 de millones de habitantes a unas cuatro horas diarias. Israel también ha prohibido la pesca en las aguas costeras en respuesta a los globos incendiarios.
Mediadores egipcios visitaron Gaza días atrás para tratar de apuntalar una tregua informal, pero partieron sin anunciar avances. Israel ha permitido a Qatar suministrar cientos de millones de dólares en ayuda a Gaza en los últimos años para impedir el colapso de la economía y mantener la calma.
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