MINSK, Bielorrusia
En torno a la media noche, se vio a decenas de detenidos saliendo a pie de una de las cárceles de Minsk. De madrugada., voluntarios avistaron también a al menos 119 detenidos liberados en la ciudad de Zhodino, justo al noreste de la capital. Había ambulancias para trasladar a quienes aparentemente no podían caminar.
Muchos de los liberados hablaron de brutales golpizas y de otros abusos cometidos por la policía, y algunos enseñaron sus hematomas. Algunos lloraron al abrazar a sus familiares.
Las liberaciones se produjeron otras después de que el principal responsable de seguridad del país se disculpó en la televisora estatal por el uso indiscriminado de la fuerza por parte de la policía.
“Asumo la responsabilidad por lo que dicen que fue violencia contra esas personas, que resultaron estar cerca y no retrocedieron lo suficientemente rápido”, declaró el ministro del Interior, Yuri Karayev, el jueves en la noche.
La liberación se produjo en el mismo día en que está previsto que los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reúnan para discutir posibles sanciones a Bielorrusia. Sviatlana Tsikhanouskaya, la principal rival del presidente, Alexander Lukashenko, que se ha refugiado en la vecina Lituania, publicó un video cuestionando los resultados de la votación y exigiendo que el gobierno inicie un diálogo con los manifestantes.
En cinco días de protestas multitudinarias, los manifestantes llenaron las calles para disputar los resultados del voto y exigir el final del mandato de 26 años del autoritario Lukashenko. Cerca de 7.000 personas fueron arrestadas y cientos resultaron heridas.
Los resultados oficiales dan como ganador a Lukashenko con el 80% de los votos, y otorgan a Tsikhanouskaya apenas un 10%. La policía disuadió las protestas empleando granadas aturdidoras, gases lacrimógenos, balas de goma y palizas.
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