Tormentas arruinan cosechas de maíz en Iowa



DES MOINES, Iowa, EE.UU.

Vientos feroces de una tormenta en Iowa convirtieron una prometedora cosecha de maíz en pérdidas agobiantes. Los agricultores están lidiando con las consecuencias.

La tormenta, conocida con el nombre de “Derecho”, fustigó el lunes la zona central de Estados Unidos con vientos de hasta 160 kilómetros por hora (100 millas por hora), aplastando las cosechas de maíz y destrozando silos que contenían gran parte del producto recolectado el año pasado.

“El problema afecta a dos años de cosecha. Los agricultores todavía dependen de lo que cosecharon el otoño pasado y ahora tienen que ver cómo van a poder vender la cosecha actual”, declaró Chad Hart, economista agrícola de la Universidad Estatal de Iowa.

La tormenta también dañó cosechas en Illinois e Indiana, pero no con la severidad que tuvo en Iowa.

Antes de la tormenta, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos una cosecha récord de maíz de 15.300 millones de bushels para este año, provenientes de unas 34.000 hectáreas (unos 84 millones de acres) y las cosechas de Iowa iban a traer un 18% de ese total. El valor de lo producido en Iowa se calculaba en unos 9.810 millones de dólares en 2019.

La Asociación de Agricultores de Maíz en Iowa declaró que es demasiado temprano como para calcular con exactitud la magnitud de las pérdidas de este año. El secretario de Agricultura del estado, Mike Naig, informó el martes que millones de bushels de granos —ya sea en granjas cooperativas o privadas— quedaron dañados o totalmente estropeados.

Se había declarado una sequía extrema en el oeste de Iowa y las cosechas de maíz allí ya estaban débiles. Lo más probable es que esas cosechas sean declaradas pérdidas irrecuperables, manifestó Hart.

Según un reporte del Departamento de Agricultura fechado el 1 de agosto, los agricultores en el centro y el este de Iowa anticipaban cosechas casi inéditas gracias a la robustez de las plantas, pero ahora ello dependerá de cuántas plantas fueron arrancadas y cuántas sólo fueron dobladas por el viento.

“Ahora que salí y examiné los tallos, veo que muchos se rompieron y ello, obviamente, mata a la planta”, dijo Meaghan Anderson, agrónomo de la Universidad Estatal de Iowa que trabaja con agricultores en nueve condados del centro del estado.

Muchas cosechas en la región han quedado aplastadas, agregó Anderson. Muchas plantas habían crecido y estaban en la etapa final de engendrar granos. Las cepas de maíz modernas pueden llegar a los 2,5 metros (8 pies) de altura, lo que las hace vulnerables a los vientos fuertes.

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