Aproximadamente 5 por ciento de pacientes con Covid-19 rechaza la intubación por miedo e incertidumbre, pero no hacerlo puede originar la muerte en un alto porcentaje, advierte Carmen Hernández, Hernández, jefa de áreas críticas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
“‘(Dicen) no me intubes porque me voy a morir’, pero se debe entender que la gravedad es tal que se necesita la intubación”, explica.
La intubación, detalla, puede prolongarse hasta mes y medio. “Hay pacientes que han estado intubados hasta más tiempo y los hemos sacado caminando”.
Para la experta es crucial que los paciente entiendan que aunque parezca agresiva, la intubación es una terapia necesaria.
“No es imposible salir si no te intubas, no, pero es poco probable”, aclara.
La experta indica que hay pacientes que cuando se les explica en qué consiste el procedimiento suelen aceptarlo.
Los que siguen negándose, señala, son personas que no desean atravesar por terapia intensiva; incluso los médicos son un grupo que sabe bien de que se trata el procedimiento, y con mucho conocimiento, tomaron la decisión de no intubarse.
“Hay que explicarles muy detalladamente que su mejor opción de sobrevida es intubarse y si no lo hacen pueden morir en un alto porcentaje”, alertó.
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