Cumbre europea se alarga a 4to día entre grandes divisiones



BRUSELAS.

Una maratónica cumbre de la Unión Europea suspendió las sesiones el lunes de madrugada tras cuatro días de agrias negociaciones en torno a un presupuesto sin precedentes de 1,85 billones de euros (2,1 billones de dólares) y un fondo de recuperación del coronavirus para atender la crisis. Los cansados líderes tenían previsto reanudar las reuniones el lunes por la tarde.

La cumbre de los 27 líderes comenzó el viernes y debía terminar el domingo. Pero las profundas diferencias ideológicas entre líderes forzaron a ampliar las conversaciones hasta el domingo y después toda la noche hasta la madrugada del lunes.

Las agrias negociaciones enfrentaban a un grupo cinco países norteños acomodados -Holanda, Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia- contra los países sureños más afectados por la pandemia, respaldados por las influyentes Francia y Alemania.

Los mandatarios no hicieron comentarios al abandonar el lugar de reuniones el lunes por la mañana.

En un intento por apelar a la sensibilidad de los líderes de la Unión Europea, el presidente del Consejo, Charles Michel, les imploró el domingo por la tarde que dejen de lado sus principales divisiones.

Durante una cena oficial, Michel aludió a las 600.000 vidas perdidas por el COVID-19 a nivel mundial y la recesión sin precedentes que le ha causado al bloque.

?¿Los 27 líderes de la UE serán capaces de generar unidad y confianza o, debido a sus profundas diferencias, nos presentaremos como una Europa debilitada y socavada por la desconfianza?”, les preguntó a los dignatarios al final de otro día de negociaciones divisivas. The Associated Press tuvo acceso al discurso que ofreció a puerta cerrada.

La pandemia ha enviado a la UE en picada, causando la muerte de alrededor de 135.000 de sus ciudadanos y una contracción que, se calcula, alcanzará el 8,3% este año.

La rama ejecutiva del bloque ha propuesto un fondo contra el coronavirus de 750.000 millones de euros, basándose parcialmente en el crédito común, para ser enviado a manera de préstamos y subvenciones a los países más afectados por la pandemia. La cifra sería adicional al presupuesto de 1 billón de euros por siete años sobre el que los líderes del bloque habían estado forcejeando durante varios meses, incluso antes de la llegada del coronavirus.

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