Cumbre UE resuelve avanzar rápidamente en acuerdo post-COVID



Los gobernantes de la Unión Europea hallaron el viernes que no podían alcanzar rápidamente un acuerdo sobre el presupuesto a largo plazo del bloque y un plan de recuperación multimillonario post-pandemia mientras el coronavirus causa estragos en sus economías.

Tras una cumbre de cuatro horas por video que buscaba allanar el camino hacia un acuerdo en los próximos meses, hubo posiciones comunes sobre la necesidad de una respuesta rápida, pero persistían las divergencias entre los gobernantes de los estados miembros.

“Es esencial tomar una decisión lo antes posible”, dijo el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, y anunció que convocará a una cumbre en persona de los gobernantes del bloque de 27 naciones para mediados de julio.

La reunión fue el primer paso en el plan de la Comisión Europea de lograr un presupuesto a siete años de 1,1 billones de euros y un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros (825.000 millones de dólares).

El paquete, cuyo objetivo es ayudar a las economías de los estados miembros a absorber el impacto del coronavirus, dista de contar con el beneplácito de todos, y se necesitará más tiempo para llegar a un acuerdo, posiblemente en la reunión en persona de julio.

“No subestimamos las dificultades”, dijo Michel.

Para enfrentar la crisis económica, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von del Leyen, ha propuesto un presupuesto a largo plazo para el período 2021-2027 que representaría aproximadamente el 1,1% del PIB europeo después de la salida del Reino Unido, junto con el refuerzo temporario de 750 millones de euros asignados a la lucha contra el virus. El paquete representa un estímulo de 1,85 billones de euros para las economías del bloque.

El plan de ayuda, que combina mutualización de deuda, subsidios y préstamos, no ha obtenido la aprobación de los llamados Cuatro Frugales —Holanda, Dinamarca, Austria y Suecia_, que se oponen a la emisión de un exceso de deuda común para apoyar a los países más afectados y prefieren otorgar préstamos en lugar de subsidios.

Otro tema que causa divisiones es cómo asignar los fondos. La Comisión Europea propuso calcularlo sobre la base de criterios como el tamaño de la población, PIB per cápita y desempleo. Un destacado diplomático europeo dijo en la víspera de la reunión que la gama es demasiado estrecha y se la debe adaptar para tomar en cuenta el daño real causado por el coronavirus.

Bajo los planes de la comisión, el fondo de recuperación debería incorporarse al presupuesto 2021-2027 de la UE. Dos tercios del fondo —medio billón de euros— tomarían la forma de subsidios. El plan tiene el respaldo de Francia y Alemania, los dos países más poderosos del bloque. Junto con sus aliados, deben convencer a los países que se oponen a la mutualización de la deuda o el aumento del presupuesto que los subsidios beneficiarán a todos.

Para financiar el plan, la Comisión propuso tomar préstamos en los mercados financieros. La Comisión Europea tiene una calificación de crédito Triple A, lo que le permitiría obtener condiciones favorables. Los reembolsos comenzarían a partir de 2028 y el pago total sería a 30 años.

Para facilitar los reembolsos, varios estados miembros impulsan la creación de nuevas fuentes europeas de financiación, que podrían ser impuestos sobre el carbón o de artículos de plástico de un solo uso. Con esos ingresos, el presupuesto de la UE sería menos dependiente de los aportes nacionales de estados miembros renuentes a pagar más.

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