SEÚL.
El anuncio del Ministerio de Unificación de Seúl se produjo un día después de que el Norte anunció el cierre de todos los canales de comunicación con el Sur por su incapacidad para evitar que desertores norcoreanos y otros activistas lancen folletos con propaganda a través de la frontera.
Las dos organizaciones acusadas habrían “creado tensiones entre el Sur y el Norte y puesto en peligro la vida y la seguridad de los residentes (surcoreanos) en zonas fronterizas”, señaló Yoh Sang-key, vocero del ministerio.
Es probable que las acciones legales del gobierno de Seúl provoquen un debate sobre la libertad de expresión y sobre el gobierno liberal del presidente, Moon Jae-in, está sacrificando sus principios democráticos para mantener vivas sus ambiciones de compromiso intracoreano.
Desde hace años, activistas conservadores surcoreanos, incluyendo desertores norcoreanos que viven en el país, lanzan a través de la frontera grandes globos con folletos criticando a Kim Jong Un por sus ambiciones nucleares y su pésimo historial de derechos humanos. La propaganda lleva años siendo una fuente de tensión entre las dos naciones ya que Pyongyang la ve como un intento de socavar el liderazgo de Kim.
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