Amenazas terroristas en tiempos de COVID



McAllen, Texas

Luego de que en el lapso de una semana salieran a la luz dos amenazas de ataques terroristas a la tienda de autoservicio Walmart en la región de El Paso, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) dio a conocer los factores que contribuyen a cometer estos actos, así como las medidas para prevenir cualquier incidente de esta categoría.

La agente especial Valeria Venegas expresó que la mayoría de las personas que tienden a realizar amenazas, o que incluso están por cometer el acto terrorista, están sometidas a factores estresantes que tienen relación con problemas personales, económicos o emocionales.

“La mayoría de estas personas tienen factores de estrés que se presentan por problemas de dinero, de relaciones interpersonales, de escasez de trabajo, incluso problemas de adicciones como el alcohol”, dijo la agente.

Añadió que en tiempos de pandemia, estos factores se pueden fusionar o incrementar al grado de que se planean o cometen estas amenazas; también incluyen la ansiedad y depresión, declaró la agente.

“Con el Covid-19 estamos en una situación de más estrés, claro, algunos más que otros. La pandemia ha traído consigo muchas crisis, entre ellas, los problemas de ansiedad y depresión por múltiples problemas que pueden detonar al grado de planear este tipo amenazas terroristas”, añadió.

El FBI ofreció una entrevista en línea a través de Skype, en la que el tópico se enfocó en las situaciones ocurridas la semana pasada en que dos individuos lanzaron amenazas de ataques masivos a través de redes sociales.

PROBLEMAS EMOCIONALES

Sin embargo, la agente Venegas hizo énfasis en que a pesar de ser problemas emocionales, no significa que las personas que hagan amenazas o caigan en el delito, sean personas con enfermedades mentales.

“Sólo el 25 por ciento de todas estas personas tenían una enfermedad mental. No necesariamente una persona que amenaza o que comete un acto terrorista es una persona con enfermedad mental, la mayoría comenzó por una situación detonante”, añadió.

Venegas explicó que algunas de estas personas comienzan con cambios de comportamiento que pueden ser fáciles de distinguir, sin embargo, no en todas las ocasiones se les presta atención para poder detectarlos.

“La mayoría de las veces comienza con un cambio de comportamiento que puede ser visible en el estado de ánimo; si antes una persona es alegre y ahora es una persona aislada; si antes compraba ropa colorida y ahora es camuflada o militar; si antes compraba videojuegos y ahora compra armas”, señaló.

COMPORTAMIENTOS

Las redes sociales son un factor clave

La agente advirtió que es importante que los padres de familia sepan identificar estos cambios repentinos ya que son una fuente potencial que conoce la verdadera personalidad de alguien que puede cambiar drásticamente de comportamiento.

“Todos tenemos a alguien que nos conoce bien; ya sea un familiar, un amigo o un compañero de trabajo. Es importante que estemos pendientes cuando alguien toma este tipo de cambios y saber identificarlos para hacer algo al respecto antes de que sea tarde”, dijo la agente.

Venegas agregó que un 54 por ciento de las personas que detectaron comportamientos distintos en personas que cometieron actos terroristas, no dijeron nada a las autoridades. Asimismo, hizo hincapié en que las redes sociales forman parte de un factor importante de comunicación y señal que se debe atender.

“Estas personas suelen comunicar lo que van a hacer; ya sea por redes sociales, a un amigo, o en un diario. Es importante prestar atención y hacer saber a las personas que tienen nuestra ayuda si están pasando por un momento difícil, nosotros tenemos los recursos necesarios para ayudarlos en diferentes tipos de atención personal o virtual”.

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