“Seamos conscientes”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esto en los últimos días, en las últimas semanas, luego de declararse la pandemia por coronavirus por parte de la Organización Mundial de la Salud? Quienes tenemos la oportunidad de hacer home office, de quedarnos en casa recibiendo el 100 por ciento de nuestro sueldo, debemos tener presente que de esta manera ayudamos a quienes forzosamente tienen que salir a trabajar porque van al día, en un México que así está acostumbrado a vivir.
Pero la conciencia no es algo que muchos comprendan y esto es justo lo que pasó en Brasil, provocándose de esta manera la primera muerte en este país por coronavirus. Una empleada doméstica acudió a limpiar la casa en donde trabajaba, sin saber que estaba contaminada por covid-19. Su muerte pudo haber sido evitada, pues la señora de la casa sabía que había contraído el virus en un viaje que hizo a Italia…
Una muerte que se pudo prevenir
Todos los días, una mujer de 63 años, viajaba a casa de su patrona para limpiarle la casa. Trabajaba como empleada doméstica en una zona turística y de lujo, ubicada en Río de Janeiro, en Brasil.
En febrero, la señora de la casa le dijo que no necesitaría durante un tiempo, pues se iría de viaje para presenciar un carnaval en Italia. Al regreso de dicho periodo vacacional, a la mujer se le hicieron pruebas por coronavirus, a las que dio positivo. Ella se resguardó en casa, de acuerdo a las recomendaciones médicas, sin embargo, reanudó las actividades de la empleada doméstica a la que nunca le notificó que estaba contagiada por covid-19.
Días después, la empleada doméstica comenzó a sentirse mal, a presentar los síntomas de coronavirus, por lo que el 14 de marzo fue hospitalizada. Había poco que hacer por ella, de acuerdo a los medios locales, por lo que dos días después, el 16 de marzo, murió.
La primera muerte en Brasil por covid-19
La historia sobre la muerte de esta empleada doméstica fue dada a conocer por su hijo de 39 años y su hermano, de 56. Se convirtió en el primer deceso por coronavirus en Brasil, primer país de América Latina a donde llegó la pandemia.
Las trabajadoras del hogar son población vulnerable, pues al seguir trabajando para llevar la comida a casa, se exponen a contraer el virus. Al riesgo aumenta al no avisarles que las casas a las que acuden a trabajar, son habitadas por personas contagiadas
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