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Lo más difícil para Gabriel Carrizales, entonces marinero en la Marina de los EE. UU., No fue el tiempo que pasó en el extranjero, fue un mensaje de la Cruz Roja que recibió en 2009 mientras estaba a miles de millas de su hogar, desplegado en las montañas de Afganistán.
Su hermano menor Valentín, de solo 13 años, se estaba muriendo de insuficiencia cardíaca.
Gabriel llamó a su casa de inmediato y estaba hablando por teléfono con el niño cuando murió.
“No pude estar allí para mi hermano, y nunca olvidaré la horrible sensación de impotencia cuando escuché sus últimas respiraciones por teléfono”, dijo Carrizales. “Ahora espero convertirme en cardiólogo para marcar la diferencia en la vida de las personas que sufren complicaciones cardíacas, como le sucedió a mi hermano”.
Carrizales, que ahora tiene 31 años y está a punto de graduarse de la Universidad de Texas en el Valle de Rio Grande, (UTRGV, por sus siglas en inglés), cruzará el escenario con una maestría en Ciencias de la Salud pero no lo hará solo.
Al mismo tiempo su madre, Criselda García, también se está graduando con una maestría en Ciencias de la Salud con especialización en Administración de Atención Médica.
Criselda ya había iniciado en el 2015 cuando obtuvo una licenciatura en trabajo social, en el mismo semestre que su hija, Selina García, obtuvo una licenciatura en ciencias políticas.
El dúo de madre e hija caminó juntos en la última etapa de UTPA.
De hecho, ha sido la educación superior, en UTRGV y la institución heredada la Universidad de Texas Pan American, lo que ha ayudado a esta familia a avanzar después de numerosas crisis personales y ha solidificado el espíritu de altruismo en los tres.
“Tras el fallecimiento de mi hermano menor y el divorcio de mis padres, UTRGV se convirtió en un lugar de refugio”, dijo Selina.
Agrego que ”mi madre y yo caminamos durante nuestra ceremonia de pregrado, y estoy agradecida de que mi madre y mi hermano mayor también tengan esa experiencia, obteniendo sus títulos de maestría juntos en este nuevo inicio”.
Selina actualmente está cursando una licenciatura en Biología en UTRGV para satisfacer los requisitos previos de la escuela de medicina.
Su sueño es convertirse en oncóloga, ya que el cáncer ha afectado su vida. Ella ya tiene una maestría en Historia, obtenida en 2018 de UTRGV.
“He perdido a mi abuela materna, abuelo materno y un amigo por cáncer, y he visto a dos de mis tías diagnosticadas con cáncer de mama, por lo que quiero ingresar al campo de la oncología para ayudar a salvar vidas”, dijo la joven de 24 años.
Tanto Selina como Carrizales están estudiando para los Exámenes de Admisión del Colegio Medico, (MCAT, por sus siglas en ingles) y planean ingresar a la Facultad de Medicina de UTRGV y así cumplir con sus sueños de que trabajar dentro del campo médico sean una realidad.
Su madre tiene una necesidad similar de contribuir al bien común.
“Como trabajadora social, prometí ser un defensor de cualquier niño necesitado”, dijo Criselda, de 52 años. “Un título en administración de Atención Médica puede ayudarme a ascender a un rol administrativo, donde puedo modificar las políticas para abordar mejor las necesidades de jóvenes desfavorecidos que pueden caer por las grietas del sistema “.
A TRAVÉS DE BUENOS Y MALOS MOMENTOS.
La familia, todos de Mission, hacen todo juntos. Ya sea que se trate de estudiar a tiempo para la final o disfrutar de una barbacoa de fin de semana, los tres son inseparables. Incluso en tiempos difíciles, la familia convertiría las luchas en combustible para estudiar para obtener sus títulos.
“La biblioteca UTRGV ha sido como un segundo hogar para mi familia y para mí”, dijo Selina. “Recuerdo que estuvimos allí tanto tiempo que tuvimos que ser expulsados a la hora de cierre cuando éramos estudiantes universitarios. La biblioteca es un lugar importante para nosotros “.
Criselda dijo que, después de que Valentín murió, no pudo trabajar durante ocho años. Cayó en una profunda depresión, pero su hija la convenció de que volviera a la escuela.
“Cuando Selina se graduó de la escuela secundaria e iba a comenzar en la universidad, estaba como,” Mamá, no hay excusa, nos vamos “, dijo Criselda. “Entonces, pensé, OK, nos vamos”.
Recordó que en cierto sentido, ella misma se convirtió en su propia paciente a través de sus estudios.
Pudo comprender su depresión y se ayudó a llorar al leer sobre los picos emocionales que ocurren mientras se llora la pérdida de un hijo.
“Destacaba las notas y volvía a leerlas cuando sentía que la depresión volvía”. No mejora, pero se aprende a adaptarse”, dice Criselda.
Ahora aboga por los padres que han perdido hijos.
Como madre soltera, Criselda a menudo temía que no sería capaz de alimentar a su familia, pero encontraron algo de alivio en algunos de los servicios que ofrece UTRGV, como Food Pantry, y el Centro de Éxito de Militares y Veteranos para Carrizales, ahora veterano de la Marina.
“Como veterano, tuve problemas al principio con la transición a la vida civil”. El Centro de Éxito Militar y de Veteranos en el campus me ayudó a facilitar mi transición a un estudiante de tiempo completo, y poco después me contrataron como estudio de trabajo. Estar cerca de compañeros estudiantes veteranos realmente facilitó las cosas, junto con mi familia estando conmigo en cada paso del camino “, expreso Carrizales, quien ahora trabaja como coordinador del programa en el Centro de Éxito de Militares y Veteranos en el Campus UTRGV de Brownsville, donde puede ayudar a servir a otros veteranos.
Cuando Carrizales y su hermana, Selina, comienzan el proceso de ingresar a la escuela de medicina, la familia reflexiona sobre los obstáculos que han superado. Siempre mantienen a Valentín en sus corazones.
“Tenemos tatuajes en su honor”, dijo Criselda, mostrando un demonio de Tasmania con las palabras “Vale Boy”, un apodo para su hijo fallecido, en su antebrazo.
“El tatuaje está en el lado derecho, así que cuando estamos tratando de obtener nuestros diplomas, él está allí con nosotros”.
Criselda y Carrizales participarán en las ceremonias de graduación a las 9:00 de la mañana del sábado 14 de diciembre, en el Bert Ogden Arena en Edinburg.
Selina estará en la audiencia, observando y recordando.
