El nuevo sistema de deportaciones exprés de Estados Unidos entró en vigor este martes con el fin de acelerar las expulsiones de miles de indocumentados que no puedan demostrar a las autoridades de migración que han vivido en el país durante dos años consecutivos.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó que la nueva medida, que se publicó este martes en el boletín oficial y entró en vigor permitiendo las deportaciones exprés sin que los inmigrantes tengan derecho de comparecer ante un juez de inmigración.
El gobierno del presidente Donald Trump había anunciado que a partir de este martes aquellos indocumentados detenidos en todo el país deben demostrar que han estado viviendo en Estados Unidos dos años consecutivos, sino pierden el derecho de acudir a un juicio legal.
Ahora un oficial de inmigración va a poder decir lo deportamos ahora mismo sin la posibilidad de ir ante un juez y pelear el caso en un tribunal de inmigración, dijo Donald Trump.
Con esta nueva medida, dirigida a las personas que no han pedido asilo, el gobierno estadounidense espera reducir la acumulación de casos en los tribunales de inmigración y a la vez incrementar el número de deportaciones.
El nuevo sistema de deportaciones excluye personas con peticiones de asilo político y otros trámites pendientes, así como los que ingresaron legalmente al país y se quedaron con una visa vencida.
Hasta ahora, la deportación rápida se aplicaba sólo a los inmigrantes detenidos a menos de 160 kilómetros de la frontera y que llevaban dos semanas o menos en Estados Unidos.
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