Siguiendo una tradición que ha persistido por más de 80 años, el alcalde de Matamoros Mario Alberto López Hernández y el mayor de Brownsville, Tony Martínez refrendaron los lazos de amistad entre las dos ciudades, que tienen un corazón palpitante y que han sabido convertir las debilidades en fortalezas para superar cualquier adversidad.
Este jueves, en presencia del Huésped Distinguido, Juan José “Pepillo Origel” y de la Orgullo de Matamoros, Irasema Torres “La Picosita”, las dos autoridades se hermanaron una vez más en las inmediaciones del puente Nuevo Internacional, justo en los límites de río Bravo; se entonaron los himnos nacionales de ambos países y un grupo de niños de ambas ciudades intercambiaron banderas de México y Estados Unidos.
Al escenario instalado en el Puente Nuevo Internacional, el Presidente Municipal arribó acompañado por su esposa Marsella Huerta de López; por la Cónsul General de los Estados Unidos en Matamoros, Neda Brown y por el Obispo de la Diócesis, Eugenio Andrés Lira Rugarcía, seguidos por la banda de música de la preparatoria federal por cooperación “Ricardo Flores Magón”.
En medio de un ambiente de fiesta, el alcalde Mario Alberto López Hernández dijo, “es un verdadero privilegio estar aquí y compartir en este momento histórico con todos ustedes; aquí se asienta una sociedad noble, orgullosa, de carácter recio, que enfrenta su destino de grandeza de manera conjunta”.
“Matamoros y Brownsville tienen un corazón palpitante en el esfuerzo de nuestra gente que ha sabido convertir las debilidades en fortalezas para superar cualquier adversidad; hoy como ayer y como siempre, acudimos puntualmente a la cita que tenemos para reafirmar nuestros lazos de amistad y de cooperación que nuestros pueblos hermanos han tenido siempre a lo largo de la historia”, agregó.
Añadió que este fin de semana se van a vivir las fiestas mexicanas que como cada año y que, junto con las Fiestas del Charro, ambos pueblos tendrán la oportunidad de divertirse; juntos convivir, compartir tradiciones, fortalezas y reforzar lazos de amistad.
“No existe en la frontera de México y Estados Unidos, una festividad más grande y más significativa que la que celebramos aquí desde antaño; estas celebraciones son para que las familias se diviertan, para que sonrían, gocen, canten y bailen”, expresó.
En el marco de la ceremonia de saludo binacional, el Presidente Municipal y el Mayor de Bronwsville, Texas intercambiaron obsequios; así como también los invitados de Matamoros, Juan José Origel e Irasema Torres recibieron la tradicional cuera tamaulipeca, de manos del alcalde Mario Alberto López Hernández.
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