El Instituto Nacional de Migración (INM) trasladó ayer a Matamoros un grupo de centroamericanos perteneciente a la caravana migrante que primero llegó a Reynosa, pero al no haber capacidad para darles albergue, se enviaron a esta ciudad fronteriza.
Este sábado a las cinco de la tarde 69 personas, en su mayoría de nacionalidad hondureña, fueron dejadas en la casa del migrante San Juan Diego, luego de que el pasado jueves comenzaron a ser dispersados hacia otras ciudades de Piedras Negras, Coahuila, donde se concentraban cerca de mil 400 personas.
Son alrededor de 12 mujeres, 10 infantes, 17 hombres y 30 personas de la comunidad Lésbico Gay, quienes ayer ingresaron asilo ubicado en la colonia Ampliación Solidaridad, donde también se les proporcionó una revisión médica por parte de la Cruz Roja.
Al ser el segmento más numeroso del grupo, las personas que pertenecen a la comunidad Lésico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT), fueron concentradas en un solo dormitorio, aparte de los hombres, mientras que en otro se instalaron solamente mujeres y niños.
Sacha Fox, una de migrantes del grupo afirmó que antes de ser traídos a Matamoros pasaron la madrugada del viernes en la Casa del Migrante de Reynosa, donde se quedó otra parte del contingente, integrada por cerca de 100 personas.
En afirmaciones del personal que atiende la casa del Migrante en Matamoros, el traslado de estas personas les fue anunciado por el INM, ya que ellos son la autoridad responsable de garantizar la seguridad de los extranjeros en su paso por México, pero esta vez pidieron apoyo al no haber capacidad para atender a todos en Reynosa.
Aunque se había dicho que la caravana no llegaría a Tamaulipas por los índices de inseguridad que hay, algunos de los migrantes entrevistados ayer dijeron haber sido traídos con engaños, sin embargo Zoé Avilez, una de sus compañeras, aseguró que antes de que subieran a los autobuses se les aclaró que vendrían a estas ciudades, donde podrían acercarse al límite con Estados Unidos para solicitar asilo, como es su objetivo.
Ayer por la noche, los migrantes dijeron estarse organizando para ir este día a los puentes internacionales a solicitar refugio humanitario en Estados Unidos, ya que la mayoría de ellos únicamente cuenta con un permiso para estar 20 días en la República Mexicana.
Algunos también dijeron que, de encontrar las condiciones adecuadas para trabajar en la localidad se quedarían, pero reconocieron que el panorama observado en Matamoros no es tan seguro como el que había en Piedras Negras, donde había más opciones para desarrollar actividades productivas, mientras consiguen cruzar hacia la Unión Americana.
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