A pesar de que las autoridades de Tamaulipas y Texas realizaron una intensa promoción de campañas para evitar la detonación de armas de fuego durante la llegada del año nuevo, en Matamoros se reportó que en algunos sectores de la ciudad se comenzaron a escuchar disparos poco después de las 10 de la noche este 31 de diciembre.
Esa costumbre se ha arraigado en la región durante los últimos años, causando que las familias deban resguardarse en el interior de sus casas, para evitar exponerse a ser víctimas de una bala perdida.
En esta ocasión, la víspera del año nuevo fue motivo para que se tiraran balazos aislados, que por momentos se confundían con el estruendo de los juegos pirotécnicos.
Aunque desde hace varios años las asociaciones civiles, medios de comunicación y el gobierno han intentado disuadir a las personas que disfrutan disparar a las 12 de la noche, para celebrar el año nuevo, su objetivo no se logró al finalizar el 2017 y comenzar el 2018, cuando la lluvia de balas se prolongó casi hasta las dos de la mañana.
En este cierre del 2018 e inicio del 2019 la inconsciencia de esas personas parece estar de vuelta, dado que activaron sus armas aún dos horas antes de la medianoche y sin importar que se ponga en riesgo la vida de las personas que todavía transitan por la calle por motivos de trabajo u otras necesidades por las que deben salir.
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