Siguen llegando a Matamoros personas de Centro América, Cuba y Brasil, en busca de asilo humanitario en Estados Unidos, pero el endurecimiento de las políticas migratorias puede un impacto negativo en la frontera norte de México, si no pueden entrar a ese país y se asientan en esta región, dado que el gobierno no brinda las condiciones para atenderlos.
Así lo consideró Cirila Quintero Ramírez, directora del Colegio de la Frontera Norte (Colef) sede Matamoros, al recordar que en los últimos meses han estado llegando familias y hasta infantes no acompañados de distintos países o continentes.
“Está cambiando el perfil migratorio de la frontera, en el pasado era un punto de cruce de mexicanos, pero ahora somos punto de cruce de otras naciones”, expresó, al añadir que ahora las autoridades ya no únicamente tienen que enfocarse a la atención de los deportados.
La investigadora y socióloga remarcó que México ha sido muy abierto a la entrada de los migrantes, pero debe replantearse la posibilidad de que se presenten nuevas problemáticas sociales si esas personas necesitan empleos, vivienda y todos los otros satisfactores básicos.
“Tenemos que pensar en México qué va a pasar si estas personas que vienen no se pasan, si se establecen aquí como está pasando en Chiapas, que muchos centroamericanos dicen ya no me voy, me instalo aquí”, expresó.
Cabe mencionar que en las últimas semanas se han instalado en el cruce internacional llamado Puente Viejo un grupo de personas provenientes de Brasil, Cuba y países de Centroamérica, quienes se hallan a la espera de solicitar asilo humanitario para escapar de la pobreza y la violencia en sus países, sin la seguridad de que les sea otorgado.
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