Los contagios de coronavirus crecen ya en 49 estados y en el distrito de Columbia, impulsados por la extremadamente contagiosa variante delta, y los casos se han duplicado en las últimas semanas, según datos de la Universidad John Hopkins.
Las muertes se han incrementado un 17% y las hospitalizaciones un 19%, y cada vez más estados, condados o ciudades adoptan medidas de precaución para evitar que esta cuarta ola de contagio siga creciendo: Los Ángeles, por ejemplo, ha reinstaurado el mandato de mascarilla en interiores.
El arma más poderosa (y sencilla) siguen siendo sin embargo las vacunas, que protegen contra las infecciones y evitan hospitalizaciones y muertes incluso ante la peligrosa variante delta, pero la tasa de inmunización sigue estancada.
El ritmo de inmunización, que despegó en primavera, se ha ralentizado con la llegada del verano: solo 160 millones de personas, es decir, el 48% de los ciudadanos del país, están totalmente vacunadas, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
El Gobierno federal ha reforzado en las últimas semanas su campaña para convencer a la población tras no alcanzar la promesa del presidente, Joe Biden, de tener al 70% de los adultos vacunados antes del 4 de julio.
“Esta es la pandemia de los no vacunados”, aseguró este jueves la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en referencia al momento actual que está atravesando el país una sesión informativa de la Casa Blanca.
“Los estadounidenses no vacunados representan casi todos los casos de nuevos contagios y muertes”, corroboró Jeffrey Zients, coordinador de la respuesta al COVID-19 del Gobierno de Joe Biden.
“La buena noticia es que si usted está completamente vacunado, está protegido contra una forma grave de enfermedad, hospitalización y muerte”, agregó Walensky.
Los asesores de la Casa Blanca insisten en que las actuales vacunas “brindan una fuerte protección contra la variante delta” y que por el momento las investigaciones no han determinado que sea necesario administrar una tercera dosis para aumentar la respuesta del sistema inmunitario.
El riesgo es patente en las estadísticas pero también con casos concretos como los de dos jóvenes de 24 y 25 años que rechazaron vacunarse. Uno de ellos tuvo que ser sometido a un doble trasplante de pulmón y al otro se le extrajo una parte de los pulmones. En ambos casos, el virus deterioró completamente el tejido pulmonar y afectó gravemente su capacidad respiratoria. Sus familias quieren que la tragedia vivida por sus hijos sirva de ejemplo y anime a los que dudan.
Como parte de este esfuerzo, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, por sus siglas en inglés) adelantó que durante el próximo invierno espera autorizar el uso de vacunas en menores de 12 años, lo que permitiría que vuelvan más seguros a las aulas pese a que la polémica sobre el uso obligado de las mascarillas ha alcanzado también a las escuelas.
En este sentido, la Universidad de California también apuesta por la vacunación para recuperar la normalidad: el miércoles anunció que alumnos y profesores deberán estar vacunados si quieren regresar a los campus en otoño.
Otra de las razones que ha contribuido a la expansión del virus es no respetar las medidas de prevención, como mantener la distancia social, lavarse las manos con frecuencia o usar mascarillas.
“El público malinterpretó la orientación de los CDC para las personas totalmente vacunadas pensando: ‘Ahora podemos hacer lo que queramos. Aunque no estemos vacunados, ahora podemos comportarnos como si estuviéramos vacunados”, señaló la doctora Leana Wen, analista médica de la cadena CNN.
Los CDC anunciaron hace semanas que las personas totalmente inmunizadas no deben llevar mascarilla. Pero el aumento de casos obligó al condado de Los Ángeles -el más poblado del país con unos 10 millones de personas- a reinstaurar la medida en espacios cerrados.
El cirujano general del Gobierno, Vivek Murthy, también señaló que la desinformación que rodea la pandemia favorece la propagación del coronavirus: “Representa una grave amenaza para la salud pública” aseguró en un inusual aviso sanitario, “puede causar confusión, sembrar la desconfianza, dañar la salud de las personas y socavar los esfuerzos de salud pública”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en tanto, reconoció el jueves que fue “un impulso prematuro” descartar la teoría de que el virus se filtró de un laboratorio del gobierno chino en Wuhan. Por ahora no se ha determinado oficialmente cómo se originó el virus.
Con información de NBC News, CNN y The New York Time
.